El mundo inmaterial.
Joy Laville

Hasta el 6 de julio 2025

La felicidad es el estado del alma libre del peso de las cosas, de ambiciones, de todos los miedos que inspiran el futuro y el más allá.
Gilles Lipovetsky

La Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, a través del Museo Nacional de la Estampa, presentan el homenaje por el centenario del nacimiento de Joy Laville (1923-2018) con esta exposición retrospectiva de seis décadas de gráfica.

Joy Laville nació el 8 de septiembre de 1923 en Ryde, isla de Wight, en Inglaterra, y murió el 13 de abril de 2018, en Jiutepec, Morelos, México, a los 94 años. Nacionalizada mexicana de corazón en 1986, fue una pintora, escultora y grabadora, protagonista de primer orden en el arte del siglo XX mexicano.

Pasó su infancia y adolescencia en una isla rodeada del mar. Al estallar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) participó en los cuerpos de observación (Observer corps) de Yorkshire que fueron claves para ganar la guerra, misma que la obligó a interrumpir sus estudios. Se casó a los 21 años y en 1947 se trasladó a Canadá para terminar estableciéndose en la Columbia Británica.

Laville llegó con su hijo Trevor a la Ciudad de México en 1956, motivada por la novela Bajo el Volcán del escritor inglés Malcolm Lowry. Pocos días después se trasladó a San Miguel de Allende, donde recibió su preparación formal con James Pinto, por dos años en el Instituto Allende, donde también trabajó y coincidió con Roger von Gunten, artista que influyó en ella al principio, así como Vermeer, Goya, Velázquez, Turner y Matisse entre otros.

Laville logró consolidar su carrera en México. No pretendió antagonizar con la Escuela Mexicana de Pintura; sin embargo, su planteamiento neofigurativo del arte pictórico la emparenta con la Generación de la Ruptura o Apertura. Obtuvo el premio de adquisición del Instituto Nacional de Bellas Artes por su participación en la polémica exposición Confrontación 66 en el Palacio de Bellas Artes. Ahí conoció a Inés Amor y un año después se integraría al repertorio de artistas impulsados por la Galería de Arte Mexicano.

Joy con su constancia y dedicación por su práctica artística “I was looking for my own voice”, estaba en busca de su propia voz. Desarrolló así un lenguaje plástico propio con su expresión particularmente inmaterial en la que priorizó la armonía visual y el equilibrio en el color.

La forma, el espacio y la intensidad de la luz los encuentra y desarrolla en México, aunque también los viajes que realizó contribuyeron a nutrir su arte. Con estos elementos, logra la simplificación y estilización de la imagen, y la superposición de planos. Nos muestra espacios misteriosamente quietos, silenciosos y tranquilos, apacibles hasta llegar a las tonalidades de color pastel que la caracterizan.

Uno de los elementos iconográficos en su obra es el avión, que después de la muerte de Jorge Ibargüengoitia, escritor y compañero de vida (1964-1983), en un accidente aéreo, se vuelve una constante al igual que la vegetación. A la artista le interesaba la parte lúdica y la interacción de las formas.

A través de su obra, Joy Laville explora referencias de sus propias observaciones, detalles, gestos o reflexiones. La muestra está dividida en cinco núcleos temáticos: el origen, las disciplinas que trabajó; sucesos cotidianos; zona liminal el estado de transición y transformación de la soledad; paisajes, desiertos, selvas, valles, montañas, mares y playas; y escenas interiores intimistas con figuras humanas, floreros, naturalezas, salas, sillas, espejos, que cuando la emocionaban, los suspendió en el tiempo y fue porque algo la motivó o la conmovió, a decir de Joy un eco para continuar su búsqueda en el papel.

La muestra está integrada por 126 obras provenientes del acervo del Museo Nacional de la Estampa, de la colección de su hijo Trevor Rowe/Galería de Arte Mexicano y de otras colecciones particulares. En estas obras alude a un mundo etéreo, realizadas en diferentes técnicas: óleo, acrílico, escultura, cerámica e ilustración, como las portadas de los libros de Jorge Ibargüengoitia, publicados hasta el 2018 por la editorial Joaquín Mortiz, actualmente Editorial Planeta, y la primicia de la última portada en grabado que realizó para Jorge F. Hernández, escritor y amigo, ilustrando su novela Cochabamba, en Alfaguara (2023).

Es la primera vez que se realiza una exposición retrospectiva de la obra gráfica de Joy Laville y los talleres en que trabajó como: Ediciones Multiarte, Taller de Jan Hendrix, serigrafía; Tamarind Institute, litografía; Tiempo Extra Editores y Taller Pilar Bordes en aguatinta al azúcar, aguafuerte, a la poupée y fotograbado.

En esta curaduría se pretende evidenciar el proceso de la realización del grabado con algunos ejemplos de bocetos en acuarela, gouaches y grafito, que son el origen de sus estampas y que, posteriormente, a través de sus intervenciones directas en el papel, las transformó en un original único. A dicho proceso lo llamó “sobrepintado”.

Ha sido merecedora de distinciones, entre las que se destacan la Medalla de Bellas Artes y el Premio Nacional de Ciencias y Artes en la categoría de Bellas Artes en el 2012.

La obra de Joy Laville es un referente imprescindible en el arte mexicano contemporáneo para las nuevas generaciones. Con esta muestra queremos reconocer la libertad creativa en su arte, y su trascendencia en el tiempo con un fuerte sentido emocional a través del color con una serena armonía.

Lilia Prado, curadora
Museo Nacional de la Estampa

Galería de imágenes

La vista se inunda silenciosamente con colores que -gracias a Joy Laville- adquieren una textura onírica. Así es: el clarísimo azul y la leve claridad de la arena se vuelven textura palpable, pero oscilante y esencial como los sueños. Joy era el júbilo encarnado de una dama que pinta sueños; los sigue pintando cada vez que una mirada se envuelve en la textura legible como si las imágenes narrasen una historia.

Con más de cien obras de Joy el Museo Nacional de la Estampa reúne por primera vez una retrospectiva de su obra gráfica. Ya era hora para poder confirmar a través de seis técnicas diferentes el sortilegio que ilumina la mirada allende la tela al óleo, la maleable sintética de los colores en consistencia diversa. Aquí se reúne un camino que es en realidad travesía increíble: el viaje de una mujer entrañable que decide empezar a plasmar el ensueño siendo ya madre, sin dejar de ser la niña que afilaba lápices de colores en una aula que parece ahora sólo memoria en blanco y negro.

Su recorrido se narra a través de objetos aparentemente callados, figuras que parecen inmóviles y ligerísimas sombras que adquieren volumen en la medida en que la vista nos recuerda que estamos ante una narrativa. Son instantes de narración callada donde la trama se enreda con colores y los desenlaces se murmuran lejos de las imágenes mismas, en la memoria de la contemplación.

A diferencia de un cuadro grande o lienzo extendido que ha de transpirar un muro, la obra gráfica es una multiplicación ecuménica. Serán varios y no sólo una persona quien conserve como ventana personal la obra gráfica (numerada y/o firmada) que se siente única, aunque multiplicada, a diferencia de un óleo singular. Es entonces el espacio de la pluralidad, del paisaje compartido y la interpretación cambiante, allí donde un amanecer parece brillar sobre la figura humana de perfil se volverá de manera efímera pero instantánea en una mujer que nos mira de frente al percibirse el atardecer.

Joy Laville parecía hablar en murmullos y susurraba palabritas como canción de cuna cuando se arrimaba al sueño de una siesta, mientras se disolvía un pedazo de chocolate en su paladar. En su recuerdo flotaba la sonrisa de Jorge en un balcón de París lo mismo que el zumbido de aviones de guerra cruzando las nubes de su adolescencia en Londres. Joy parecía levitar hacia la claridad iluminada de la habitación donde reinaba un atril y brotaban como en jardín los pinceles en jarritos como macetas, su camisa holgada mostraba moteada la realidad que dejaba huellas en las yemas de sus dedos y en las vendas que cubrían sus tobillos. Joy flotando en sí misma con el espacio infinito delante de su serena sonrisa, sabiendo que ha de plasmar imágenes que se le vuelven ajenas al compartirse, comprometerse o acompañarse por la mirada del Otro.

Aquí las ilustraciones que fueron portada de lo más granado de la literatura de Jorge Ibargüengoitia y el retrato de tres cuartos de una silla invaluable; allá lejos la quietud de un gato que parece deidad en medio del desierto y al filo de corazón se extiende una selva de verdes ilusiones que parece desembocar en una cordillera blanca o en el luminoso resplandor de una ciudad que parece bailar al otro lado del océano. Aquí la cara de una mujer que es rostro de muñeca anónima y la barba rala de un simpático enamorado que baila con su musa y allá parece disolverse en mínimo torbellino de colores pastel la conversación inaudible de una pareja que recorre por enésima vez la alfombra intacta de una playa que se llama Eternidad, donde no quedan sus huellas por llevar en el alma alas… al vuelo, son figuras que explican de manera enciclopédica la etimología de Obra Gráfica. Algo que se celebra en un mundo de manchas y ruidos donde más de cien espejos o ventanas en papel nos recuerdan la sosegada imagen de lo mejor de nosotros mismos.

Jorge F. Hernández

Actividades paralelas

Conversatorio | Joy Laville en la gráfica
En el marco de la exposición temporal. El mundo inmaterial. Joy Laville. Con la participación de  Enrique Cattaneo, José Valtierra y Lilia Prado curadora de la muestra. Modera Emilio Payán.

Miércoles 30 de abril, 18:30 h
Entrada libre, dirigido a todo público
Informes: munae.comunicacion@inba.gob.mx

Créditos y agradecimientos

El mundo inmaterial. Joy Laville
Curadora: Lilia Prado, Museo Nacional de la Estampa
Texto invitado: Jorge F. Hernández

Coordinación general: Emilio Payán | Asistente: Gabriela Barrón  | Administración: Fernanda Camacho | Diseño y coordinación de producción y montaje: Lilia Prado | Coordinación de proyectos: Caroline Montenat y David García | Diseño y fotografía: Gabriela Chávez y Jennifer Alvarado | Acervo, registro y control de obra: Gabriela Gutiérrez, María de los Ángeles Castillo,  Aldo Téllez  y Elizabeth Aguilar | Comunicación y relaciones públicas: Estela Cano | Servicios educativos y mediación: Alma Laura Amaya | Montaje: Natanael Cardoso, Felicitas Escobedo,  Bruno Hernández, Rafael Martínez, Arturo Mireles, Alfonso Morales, Miguel Rubio y Piedad Santos | Taller de iniciación a la estampa: Fernando Franco y Jorge Guerrero | Asistentes administrativos: Laura Piñeiro y Nuria Rojas | Seguridad: Luis Amezcua | Custodios:  María Arrieta, Alicia Barreto, José Castillo, Iván Corona y Alejandro Soler

El Museo Nacional de la Estampa agradece a las instituciones y personas que brindaron su apoyo para la realización de estas exposiciones:

Colecciones: Galería de Arte Mexicano | Trevor Rowe | Simon Bross | Carlos García | Jorge F. Hernández | Mercurio López | Patricia Torres

Del INBAL: Subdirección General de Patrimonio Artístico Inmueble| Coordinación Nacional de Artes Visuales | Dirección de Recursos Materiales, Servicios Generales y Departamento de Seguros | Dirección de Asuntos Jurídicos | Dirección de Difusión y Relaciones Públicas | Subdirección de Difusión por Medios Electrónicos, DDRP | Ex Teresa Arte Actual | Laboratorio de Arte Alameda | William Conkling, Hugo Aguilar, Antonio Fernández, Armando Navarro y Ricardo Salazar

Otras instituciones: AlterNativa Gráfica | Coordinación de Investigación Científica de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (CIC, UMSNH) | Museo Casa Redonda | Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano: Jenaro Villamil | Canal 14: Sandra Ortega, Daniel Ruiz, Ives von Gunten, María Luisa Herrera | Ediciones Multiarte | La Coyotera Taller-Estudio | Proyecto Ace’pirar | Taller de Jan Hendrix | Taller Pilar Bordes | Tamarind Institute | Tiempo Extra Editores | Mezcal Unió

Agradecimientos: Aideé Borunda | Alicia Candiani | Iourii Chursin | Klim Chursin | Luis Fernando González | Estrella Herrera | Carmen Jacobo | Celeste Jaime | Diana Jaime | Alejandro Maldonado | Dianna Gemma Maldonado | Ksenia Miloslavskaia | Zoia Miloslavskaia | Maksim Miloslavskii | Kees Owens | Mariana Pérez Amor | Magali Pérez | Sebastián Podbersich | Adriana Soto | Alejandra Reygadas de Yturbe

Murales: Belem Maytorena, Soledad Arenas, Bárbara Franco, Ismael Guzmán, Irving López, Alejandra Lugo, Fernanda Mena, Ixtlazihuatl Piñones, Sandra Tovar, Isaac Ibarra y Victoria Delgado | Taller de Serigrafía de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado «La Esmeralda».