Descripción

En febrero de 1913, Victoriano Huerta fue nombrado presidente de México, después del éxito de la revuelta contra Francisco I. Madero iniciada por Bernardo Reyes y Félix Díaz ese mismo mes. En marzo, Venustiano Carranza lanzó, desde las inmediaciones de Saltillo, Coahuila, el Plan de Guadalupe, por el cual desconocía el gobierno de Huerta y era nombrado jefe del Ejército Constitucionalista. Casi inmediatamente, los generales revolucionarios del norte se adhirieron al Plan, incluido a Francisco Villa, líder de la revolución en Chihuahua.

Esta hoja volante enumera los delitos de Villa y habla de una supuesta reaprehensión en septiembre de 1913. A lo largo del texto, el redactor lo asocia con Francisco I, Madero y lo identifica como opositor del “gobierno legítimo”, con el afán de desprestigiarlo. El énfasis que se hace sobre la autoridad y legitimidad del “presidente constitucional interino” da una idea de la inestabilidad política del gobierno huertista y del temor desatado por el inicio de la llamada revolución constitucionalista.

Por el contrario, el grabado de Villa, realizado por Posada —quien ya había fallecido para la fecha de publicación de este impreso— y seleccionado por el editor Antonio Vanegas Arroyo, no muestra a un Villa preso, ni perseguido, ni sanguinario. Posada lo había retratado caminando en aparente tranquilidad, ataviado con sombrero, cananas y un fusil. La imagen no coincide con la intención de desprestigio del texto. Este conflicto entre texto e imagen muestra que la filiación política de escritores, ilustradores y editores no es tan fácil de definir, pues, independiente de sus principios políticos personales, el objetivo de las imprentas era satisfacer la demanda del público.

Al reverso hay dos textos en verso, que los editores llaman “couplets”. Ambos textos hablan sobre cómo los soldados y “el pueblo” viven batallas revolucionarias, como la Decena Trágica. Quizá los redactores intentan retratar el ánimo de la población en un momento político tan inestable como lo fue el año de 1913, lo que puede explicar las contradicciones de posturas políticas en los impresos: “Y aquí traigo un maderista / Que reyista se volvió / ¡Volvió! / Y después fue felicista / Y hoy huertista se tornó / ¡Tornó! / Y yo creo que es un pancista / Que es lo que abunda hoy”.