El Museo
MUSEO NACIONAL DE LA ESTAMPA
MISIÓN
Difundir la producción gráfica de artistas mexicanos y extranjeros al interior y exterior del país, así como reunir, conservar, investigar y documentar la obra inscrita en las disciplinas artísticas del grabado y la estampa.
VISIÓN
Consolidarse como un espacio de referencia del arte gráfico en el ámbito museístico a nivel nacional e internacional, mediante las siguientes líneas de acción:
- Acentuar el valor histórico y estético del arte gráfico mexicano.
- Buscar continuamente la ampliación de públicos y circuitos museísticos, académicos, educativos y artísticos asociados al arte gráfico.
- Incluir plataformas digitales para diversificar las estrategias museísticas e interpretativas.
- Procurar vincular la estampa con otras disciplinas de producción, artísticas y culturales.
- Hacer accesible el acervo para su conocimiento, consulta e investigación.
- Generar una oferta que garantice el acceso a la cultura de forma igualitaria para todas las personas, priorizando a los grupos históricamente excluidos.
VOCACIÓN
Coleccionar, preservar, investigar y difundir el legado patrimonial, nacional e internacional, inscrito en las disciplinas artísticas del grabado y la estampa
HISTORIA DEL MUSEO
El Museo Nacional de la Estampa (Munae) se encuentra en el número 39 de Avenida Hidalgo, en la emblemática plaza de la Santa Veracruz, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, y es parte de la Red de Museos del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL)
El Munae fue fundado el 17 diciembre de 1986, por decreto presidencial. Ese mismo día, abrió sus puertas al público, como dependencia del INBAL y con el objetivo de “reunir, conservar, documentar y difundir, entre la población en general, la obra gráfica de artistas mexicanos y extranjeros”. La razón de la fundación de un museo dedicado al género del grabado y la estampa fue que dicho género constituye “un medio de expresión que en nuestro país cuenta con una difundida tradición y gran aceptación”. Desde entonces, el desarrollo institucional del Munae confirma la vigencia de su vocación y su compromiso institucionales, dedicados a la difusión y conservación del legado patrimonial inscrito en esta disciplina artística
A 35 años de su fundación, el Munae cuenta con uno de los acervos de obra gráfica más importantes del país, que asciende a más de 12,000 piezas. Asimismo, ha organizado alrededor de 350 exposiciones temporales e itinerantes, que han abordado una amplia gama de temas y enfoques: revisiones del acervo, retrospectivas de artistas y colectivos, nacionales e internacionales, y manifestaciones de la gráfica actual, entre otros. Además, se han creado y fortalecido otro tipo de plataformas en su oferta cultural, como talleres, encuentros artísticos, conciertos, presentaciones editoriales, actividades académicas y visitas guiadas, acciones que han permitido incrementar las actividades del Museo y fortalecer los vínculos de colaboración con distintos agentes y creadores dedicados a la gráfica
EL EDIFICIO Y LA PLAZA DE LA SANTA VERACRUZ
El edificio que ocupa el Museo Nacional de la Estampa (Munae) es uno de los cuatro inmuebles de valor arquitectónico que se forman parte de la plaza de la Santa Veracruz, junto con el Museo Franz Mayer, el templo de San Juan de Dios y la parroquia de la Santa Veracruz.
En 1526, Hernán Cortés construyó una ermita para la Archicofradía de la Cruz, constituida por él mismo en 1519, tras arribar a Veracruz. A finales de esa década, la Archicofradía y el Cabildo de la Ciudad de México negociaron la ampliación de la ermita y la construcción de los edificios que la acompañarían. El Cabildo le concedió a la Archicofradía dos solares, con la condición de las nuevas construcciones no afectaran a la población indígena de los alrededores.
En 1568, la ermita se convirtió en parroquia a solicitud del arzobispo y el virrey, pues la parroquia del Sagrario no se daba abasto para administrar los sacramentos a la población española. A mediados del siglo XVIII, la parroquia de la Santa Veracruz tenía una extensa jurisdicción: los pueblos de San Antonio de las Huertas, San Agustín de las Cuevas, Chapultepec, Nonoalco, Molinos del Rey y de la Pólvora.
Gracias a las noticias de 1813 sobre una querella entre el arquitecto y escultor Manuel Tolsá y el cura de la parroquia de la Santa Veracruz por el terreno contiguo a la iglesia, sabemos que el terreno que actualmente ocupa el Munae correspondía al camposanto del Calvario, creado seguramente tras la epidemia de viruela de 1779. El conflicto se resolvió a favor de Tolsá, quien alegó que el cementerio estaba secularizado. Años después, el Cabildo ordenó la destrucción de este camposanto en 1833, orden que debió cumplirse entre 1833 y 1842.
En 1861, el escritor, político y hombre de armas Florencio María del Castillo Velasco adquirió un terreno sin cultivar en la plaza. Ahí comenzó a construir una casa —posiblemente, en el terreno hoy ocupado por el Munae— pero, al año siguiente, decidió pelear, junto a su hermano José María, contra los invasores franceses. En 1863, fue aprehendido, juzgado y trasladado preso al Castillo de San Juan de Ulúa, en Veracruz, donde murió en octubre del mismo año.
En marzo de 1884, el Cabildo de la Ciudad de México solicitó el pago del terreno adjudicado a Florencio del Castillo. Su hijo Carlos del Castillo liquidó la deuda ese mismo año y, junto con sus hermanos, se mantuvo como propietario de los terrenos adquiridos por su padre. El proyecto inmobiliario de los Del Castillo seguramente corresponde al actual edificio del Munae.
Durante las primeras décadas del siglo XX, la plaza de la Santa Veracruz estuvo ocupada por un mercado de flores, con puestos fijos. El actual edificio del MUNAE contaba, en la planta baja, con accesorias y las dos plantas superiores eran usadas con fines habitacionales.
En 1967, el entonces regente capitalino, Alfonso Corona del Rosal, proyectó la remodelación de la plaza de la Santa Veracruz y el antiguo Jardín Morelos. Tras las intervenciones, los inmuebles contiguos al templo de la Santa Veracruz continuaron en manos de particulares y se les destinaron distintos usos, tanto comerciales como habitacionales. En algunas fotografías, se puede apreciar que, en las accesorias de la planta baja, había un restaurante, una florería —resabio, quizá, del antiguo mercado de flores— y una imprenta.
En 1983, la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas del Gobierno Federal, adquirió el edificio indicado con el número 39 de Avenida Hidalgo para instalar ahí la representación del Gobierno del estado de Colima. Con ese objetivo, el inmueble fue restaurado por el arquitecto Javier Villalobos. Sin embargo, la instalación de aquella oficina estatal no se llevó a cabo y, finalmente, en 1986, el inmueble se destinó al servicio de la Secretaría de Educación Pública para uso del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, a fin de que en él se estableciera lo que es hoy el Museo Nacional de la Estampa.