Franco Lázaro Gómez

(Chiapa de Corzo, Chiapas, 20 de diciembre de 1920 – Selva Lacandona, Chiapas, 3 de mayo de 1949)
Artistas de la Colección del Museo Nacional de la Estampa

Franco Lázaro Gómez fue pintor, dibujante, grabador e ilustrador mexicano, considerado el primer artista moderno del estado de Chiapas. Nació el 20 de diciembre de 1920 en Chiapa de Corzo, Chiapas, en el seno de una familia de artistas populares. Sus padres al igual que sus hermanas y hermanos, se ganaban la vida tallando y pintando figuras religiosas y máscaras de parachico, además de moldear juguetes de barro. Fue así que, desde temprana edad, aprendió los oficios de alfarería, talla y modelado; posteriormente, experimentó la mezcla y uso de pigmentos en sus creaciones. El aprendizaje previo del trabajo de laca, fijado y esgrafiado, lo dotó de las bases para desarrollarse como artista en sólo cuatro años, tras ingresar en 1945 a la Escuela de Artes Plásticas de Chiapas. Durante sus años de formación en dicha institución estuvo bajo la tutela de maestros como el pintor y dibujante José María de la Cruz y, el precursor y promotor artístico Jorge Olvera Hernández, quienes lo impulsaron a continuar sus estudios en la Academia de San Carlos en la Ciudad de México; sin embargo, al poco tiempo volvió a su tierra natal, para impartir la cátedra de grabado en el recinto donde inició su formación.

Su obra gráfica tiene como principales líneas temáticas: las fiestas tradicionales, las actividades de la vida cotidiana, los personajes de su pueblo natal, retratos y autorretratos, los paisajes locales, los indígenas y temas patrióticos. Las técnicas que lo caracterizaron fueron la xilografía, el metal y el aguafuerte, aunque también realizó grabados en litografía, punta seca y media tinta, además de haber incursionado en la pintura mural y de caballete. Asimismo, llegó a realizar obra utilizada para publicaciones, como caricaturas y viñetas. Es considerado el único artista plástico chiapaneco que dejó constancia de los movimientos armados suscitados en Chiapas a principios del siglo XX.

Murió el 3 de mayo de 1949 en el río Lacanjá, en la Selva Lacandona de Chiapas, durante una expedición artístico-científica, tras volcarse la canoa en la que viajaba. Actualmente, existe en su ciudad natal un museo que lleva su nombre, donde se exhiben algunos grabados, murales y artículos personales que forman parte del acervo del Centro Cultural Ex Convento de Santo Domingo.

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