Mexiac. Legado de libertad

La lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido.
Milan Kundera

La Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, tiene como tarea primordial difundir el patrimonio artístico nacional, fomentando, entre otras actividades, la investigación continua y la preservación de la memoria de los creadores mexicanos mediante sus obras. En este sentido,
agradece profundamente a la maestra María Patricia Salas Velasco la generosa donación de 126 piezas de Adolfo Mexiac, mismas que, desde este 2024, se integran a los acervos del Museo Nacional de Arte y del Museo Nacional
de la Estampa.

Con este marco de referencia, ambos recintos museales han preparado la exposición temporal “Mexiac. Legado de libertad”. Esta muestra, conformada por una selección de 84 piezas, entre dibujos y estampas, rinde homenaje al legado de este gran pintor, muralista y grabador. La propuesta curatorial invita a transitar por su carácter libre y creativo, que aborda por igual temas introspectivos y bucólicos, como algunos otros asociados a la migración y los movimientos sociales, cuya vigencia da cuenta de nuestra naturaleza humana en constantes luchas y trashumancias. Por ello, cada trazo, línea y golpe de tinta reflejan, de forma contundente, su compromiso social y la posibilidad de emerger fuera del eje del tiempo, como mensajes que se resignifican en el presente.

No pueden omitirse tres momentos fundamentales en su trayectoria. Primeramente, la participación del maestro en el Taller de Gráfica Popular durante la prolífica década de los años cincuenta, al lado de otros grandes creadores
como Leopoldo Méndez y Pablo O’Higgins. Segundo, su paso por la Escuela de Artes del Libro, donde aprendió las técnicas del grabado en linóleo y aguafuerte, y, tercero, su ingreso al Instituto Nacional Indigenista en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, experiencia muy significativa en la que se vinculó, entre otros, con Alberto Beltrán, Rosario Castellanos y Ricardo Pozas. Desde sus trincheras artísticas y literarias, ayudaron a combatir y denunciar la desigualdad social de nuestros pueblos originarios. Allí, Mexiac también dignificó el sentido asequible y accesible de la estampa, empuñándola como medio para transformar la conciencia de las luchas obreras y campesinas y, desde luego, de los movimientos estudiantiles.
De esta forma, las obras del maestro testimonian la condición finita que nos trasciende, gracias a una trayectoria artística consecuente con la realidad y el contexto histórico de su tiempo; delicada voz que refleja su interior y la
belleza natural del entorno mexicano pero que, también de forma potente, se alza para denunciar la represión, la censura y la desigualdad social. El carácter subversivo y contestatario del artista, que fue clave para sus contemporáneos, es un referente innegable de gran vigencia en la representación de la libertad y la emancipación del hombre.

Museo Nacional de Arte | Museo Nacional de la Estampa