Mano de obra. Oficios en la gráfica mexicana, siglos XX y XXI

Exposiciones pasadas | Del 16 de diciembre de 2021 al 19 de junio de 2022

Dice un dicho popular “El trabajo y la economía son la mejor lotería” y la sociedad mexicana lo sabe muy bien. Mundialmente, México es uno de los países donde más se trabaja, aunque existe una desigualdad salarial. Durante décadas, la gráfica ha representado las actividades laborales, al ser depositaria, como objeto histórico y artístico, de la evolución de los modos de producción, comercialización y economías desde el México posrevolucionario a la actualidad.

En nuestro país, este género tiene su antecedente directo en los códices prehispánicos, donde se representan escenas cotidianas relacionadas con los ritos y calendarios agrícolas; en la pintura novohispana de corte costumbrista, en específico las escenas de los baratillos, y en el arte gráfico del siglo XIX, con las litografías de tipos populares de Claudio Linati, Casimiro Castro y demás artistas viajeros, que mostraban las costumbres del país con cierto exotismo. A finales del siglo XIX, José Guadalupe Posada y Manuel Manilla también realizaron grabados con esta temática para ilustrar hojas volantes, cuadernillos, libros, con cierto humorismo entremezclado con realismo y costumbrismo.

A partir de 1920, la representación del trabajo en la plástica mexicana se volvió un arquetipo, gracias al movimiento muralista que fue el trasfondo de la llamada Escuela Mexicana de Pintura. En este canon, el obrero es protagonista de las luchas políticas sociales, el campesino es ensalzado y el trabajo de ambos se vuelve imprescindible. Muchos de los artistas de esta escuela eran hijos de obreros o campesinos o trabajaron desempeñando varios oficios al tiempo que desarrollaban su trayectoria artística. Se formaron en las escuelas de arte para obreros, como las Escuelas de Pintura al Aire Libre, la Escuela de Talla Directa y muchos continuaron su formación en la Academia de San Carlos, llamada Escuela Nacional de Bellas Artes y, posteriormente, Escuela Central de Artes Plásticas.

Las representaciones de los oficios fue un tema común en las exposiciones colectivas de gráfica de dichas escuelas y las organizadas por la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios y la Sociedad para el Impulso a las Artes Plásticas, así como en ediciones realizadas por el Taller de Gráfica Popular, la Escuela de las Artes del Libro, la Sociedad Mexicana de Grabadores, el Grupo Cuña y otros colectivos. No obstante, siempre estuvo en segundo plano, después de los temas políticos, sindicales y sociales. Esta gráfica de orden cotidiano realista —más que costumbrista— tiene un fuerte trasfondo social; no hay exotismo, es cruel y desoladora pero, a la vez, progresista: heraldo de un mensaje de cómo las clases trabajadoras son el soporte social y económico de la nación.

Esta exposición busca mostrar un tema poco estudiado de la gráfica mexicana: la representación de los oficios existentes en nuestro país, desde el periodo posrevolucionario hasta la década de los sesenta del siglo XX, así como a principios del siglo XXI. La muestra tiene como espina dorsal la colección del Museo Nacional de la Estampa, cuyas obras —muchas exhibidas por primera vez— alternan con las de diferentes grabadores contemporáneos. Haciendo eco de la muestra colectiva de 1955, organizada por el Frente Nacional de Artes Plásticas, donde artistas de gran trayectoria convivieron con jóvenes o artistas aficionados, muchos de los grabadores participantes nunca habían sido incluidos en exposiciones colectivas de gráfica mexicana y menos aún junto con artistas consagrados como Leopoldo Méndez, Raúl Anguiano, Celia Calderón, José Chávez Morado, Fanny Rabel, Mariano Paredes, entre otros. Todos ellos suman más de 150 artistas, de diferentes estilos e ideologías, lo que permite mostrar la riqueza existente tanto en el periodo moderno como en el contemporáneo.

Reuniendo obra de estos periodos, se busca demostrar que la representación de los oficios sigue siendo un tema vigente y evolutivo, pues los distintos colectivos de gráfica en nuestro país recrean, una y otra vez, dicha temática y muestran escenarios que vivimos y encontramos día a día en esta sociedad. Es por ello que el título de esta exposición, Mano de obra, refiere al trabajo manual y obrero, pero también a la mano del grabador como testigo del contexto social al cual sigue apegado. En otras palabras, la gráfica mexicana sigue siendo afín a las realidades del pueblo mexicano.

Karen N. Juárez y Raúl Cano Monroy
Museo Nacional de la Estampa

Galería de imágenes

Testimoniales audiovisuales

Material complementario

Créditos y agradecimientos

Mano de obra. Oficios en la gráfica mexicana, siglos XX y XXI
Curaduría: Karen N. Juárez y Raúl Cano Monroy

Coordinación general: Emilio Payán | Administración: Dora Carvajal | Diseño y coordinación de producción y montaje: María Eugenia Murrieta y Mariana Albarrán | Coordinación de proyectos y documentación: Ana Carolina Abad y Liliana Nava | Diseño y fotografía: Gabriela Chávez y Maribel García | Acervo, registro y control de obra: Gabriela Gutiérrez, María de los Ángeles Castillo y Elizabeth Aguilar | Comunicación y relaciones públicas: Estela Cano y Rocío Montoya | Montaje: Juan Pablo Bocanegra, Natanael Cardoso, Uriel Cervantes, William Conkling, Celedonio Damián, Fernando Franco, Gerardo Hernández, Rafael Martínez, Alfonso Morales y José Manuel Sánchez

El Museo Nacional de la Estampa y los curadores agradecen a las instituciones y personas que brindaron su apoyo para la realización de esta exposición:

Del INBAL: Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble | Coordinación Nacional de Artes Visuales | Departamento de seguros de la Dirección de Recursos Materiales | Dirección de Asuntos Jurídicos | Subdirección de Difusión por Medios Electrónicos de la Dirección de Difusión y Relaciones Públicas | Subdirección General de Patrimonio Artístico Inmueble | Subdirección de Promoción

Juan Rafael Coronel Rivera, David Juárez Luna †, Julián Martínez, Yazmín Mondragón, Lourdes Peña Delgado, Francisco R. Rodríguez Estrada, Martha Soto. A todas y todos los grabadores participantes.